La primera vez que volaste, te hizo mucha ilusión ir en la ventanilla. Pero desde que vives en el extranjero lo de subirte a un avión ya te parece un mero trámite más (aunque, reconócelo, siempre hace ilusión ver tu ciudad desde el aire 😉 ). En cualquier caso, como llevas varios años fuera, seguro que a ti también te ha pasado: has sufrido un vuelo retrasado o, peor aún, te lo han cancelado.
Y si esto te sucede cuando vuelas a España en tus escasos días de vacaciones pues jode. Y mucho. Tendrás que esperar un día más para poder abrazar a tu familia. Y los planes que tenías para ese día se irán al traste. Adiós a la cena con los amigos que tanto te había costado organizar.
Una indemnización económica nunca podrá compensar el tiempo que has pasado en el aeropuerto solo y de mala leche, mandando whatsapps, avisando de que aún no sabes cuándo vas a llegar. Pero al menos ayuda. Con ese dinero ¡incluso podrías comprarte un vuelo para ir a España a ver a tu familia y amigos!
Y ahora viene la duda…
¿Cómo reclamar un vuelo retrasado o una cancelación?
Versión corta:
Dale click aquí, rellena tus datos y descubre si tienes derecho a una indemnización:
Versión larga:
Existen dos opciones para reclamar.
a) OPCIÓN 1: Por tu cuenta
Los pasos para reclamar un vuelo cancelado o retrasado según AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) son los siguientes:
- Recopilar tus tarjetas de embarque y otros documentos.
- Reclamación por escrito a la aerolínea, dirigida al servicio de atención al cliente (que podrás encontrar en la web de la compañía aérea).
- Ahora pueden pasar 2 cosas:
- La aerolínea acepta tu reclamación y te paga la indemnización (¡¡por favor, si logras esto, escríbeme un comentario contándome cómo lo has conseguido!!)
- La compañía aérea deniega tu reclamación o no contesta en 1 mes -> Paso 4.
- Poner una reclamación a AESA, adjuntando la reclamación anterior y los billetes.
- Esperar
- Seguir esperando
- Ahora pueden pasar de nuevo 2 cosas:
- Que consigas que te paguen la indemnización.
- Que no lo consigas (OJO: Puede ocurrir que AESA te haga un informe positivo dándote la razón, pero que la aerolínea no atienda el informe y te quedes sin tu indemnización).
- Si todo falla, sólo queda una opción: ir a juicio.
b) OPCIÓN 2: Con un intermediario
Puedes hacerlo a través de una empresa especializada en gestionar reclamaciones por vuelos retrasados o cancelados. Hay muchas empresas dedicadas a esto, pero la que yo he usado se llama Airhelp.
Los pasos son los siguientes:
- Rellenar los datos de tu vuelo (salida, destino, código del vuelo, etc.) en este formulario online.
- Al instante sabrás si tienes derecho a compensación económica o no. (OJO: ¡Recuerda que puedes comprobar cualquier vuelo retrasado de los últimos 3 años!).
- A partir de aquí, hay dos casos:
- No tienes compensación económica: pues, se acabó… mala suerte.
- Sí tienes derecho a compensación económica: Airhelp se encargará de todo. Te contactarán por e-mail y te dirán qué más papeles necesitan (tu número de cuenta para hacerte el ingreso; tendrás que firmar algunas cosas, pero nunca te llevará más de 5 minutos).
- En cuanto resuelvan el caso, te ingresarán el dinero.
El uso de Airhelp es gratuito. Si no tienes derecho a indemnización por retraso de vuelo, no te cobrarán nada. En cambio, si tu reclamación es positiva, se quedarán un 25% del dinero como cobro por sus servicios.
Ventajas de cada método:
Por tu cuenta:
- Si logras que te compensen, recuperarás más dinero. Si lo haces con Airhelp, ellos se quedarán un 25% de la indemnización como honorario por su trabajo.
Con Airhelp:
- Ahorrarás un montón de tiempo y, sobretodo, de quebraderos de cabeza.
- Los pasos a seguir están claros. Ellos se encargan de todo y te van informando del estado de la reclamación.
- Aunque se queden una parte del dinero, si lo haces por tu cuenta es más difícil lograrlo. Para mí, es mejor recuperar el 75% de la indemnización que no recuperar nada.
¿Por qué te recomiendo Airhelp?
Pues bien sencillo: porque yo probé ambos métodos y lo tengo claro. Si ya da bastante rabia que te cancelen un vuelo, peor aún es la lucha posterior por recuperar tu dinero. A mí, reclamar por mi cuenta, me quitó mis energías y acabó con mi paciencia.
En cambio con Airhelp, apenas fueron unos clicks, unos minutos de enviar documentos y a las 2 semanas, ¡tachán! tenía el dinero en mi cuenta.
Hay muchas otras empresas que se dedican a lo mismo, pero no he tenido ocasión de probarlas. Seguramente funcionen igual de bien que Airhelp, así que siéntete libre de probar cualquiera de ellas, ¡y no olvides contarnos en los comentarios cuáles has probado y cuánto dinero te han devuelto!
Ten en cuenta que no todos los vuelos los pueden compensar. Hay algunos casos en los que no tendrás derecho a ninguna indemnización. De todas formas, no pierdes nada por comprobarlo en unos minutos.
Y por si aún no estás convencido, déjame contarte mi historia.
El día que llegué a una boda sin peinar
Era un viernes de Junio de 2016. Llevaba una semana sin parar en mi trabajo de ingeniera en Austria. En cuanto salí del curro, fui directa al aeropuerto. Volaba de Graz a Frankfurt y de Frankfurt a Valencia. Al día siguiente era la boda de una amiga de la universidad. Sólo llevaba equipaje de mano: mi vestido, mis zapatos y un regalo para mis padres a los que también tenía muchas ganas de ver.
Subí al primer avión y me dispuse a dormir un poco, llevaba cansancio acumulado. Pero algo iba mal. Llevábamos ya un rato dentro del avión y no despegaba. Tampoco nos informaban, aunque ya llevábamos 15 minutos de retraso.
Mi escala en Frankfurt era de 50 minutos. Había elegido asiento en pasillo para poder salir más rápido del avión y hacer el transbordo deprisa.
El tiempo seguía pasando y no nos movíamos. «Bueno, si saliésemos ahora, aún me quedarían 20 minutos para cambiar de avión» – iba pensando. Pero no salíamos.
Nos informaron de que una tormenta de verano azotaba Frankfurt y que no podíamos despegar porque no sabíamos si íbamos a poder aterrizar.
Finalmente, con 1 hora de retraso, el avión despegó. La tormenta había pasado. Pero estaba claro que no iba a llegar a tiempo al otro avión. Mi única esperanza era que el segundo vuelo también estuviese retrasado por la tormenta.
Aunque preocupándome no podía solucionar nada, tampoco pude dormir en el avión. Finalmente aterrizamos a la hora en que el otro vuelo debería estar saliendo.
Pero no quería rendirme, ¿y si estaba retrasado, aunque fueran 10 minutos? Entonces podría llegar. Así que cogí mi equipaje de mano con el vestido para la boda y salí lo más rápido posible del avión… para subirme a un bus.
«¡Qué desesperación! ¿¿Me elijo pasillo y ahora tengo que esperar a que todo el avión se vacíe y vayamos en bus hasta el aeropuerto??»
En cuanto se abrieron las puertas del bus, me pegué una buena carrera. Pero en cuanto vi las pantallas, supe que mi vuelo a Valencia ya no estaba. Eran las 22:00h y el vuelo se había ido a las 21:50h.
«¿Y ahora qué hago? Porque a la boda pienso llegar por narices». Me puse a buscar el mostrador de atención al cliente. Gracias a hablar alemán y poder preguntar más fácilmente pude ir bien rápido. Y menos mal, porque había una cola infinita. Demasiados afectados por la tormenta.
Estaba en la cola y cada vez venía más y más gente. Nos dieron botellas de agua y chocolatinas mientras esperábamos. Llamé a mis padres para decirles lo que había pasado: que no fuesen a esperarme al aeropuerto, no sabía cuándo iba a llegar.
Finalmente me tocó mi turno: me pagarían un taxi a un hotel, una noche con cena y desayuno y un vuelo al día siguiente (de nuevo, con escala, esta vez en Stuttgart). No estaba mal, si no fuese porque el avión llegaba a Valencia a las 14:45h, ¡1 hora y cuarto antes de que saliese el bus de la boda!
Tuve que llamar a mi madre y decirle que anulase la peluquería que tenía reservada por la mañana en Valencia.
En el hotel, apenas pude pegar ojo por el miedo a quedarme dormida y perder el avión. Encima tampoco tenía ni pijama, ni bolsa de aseo.
Al día siguiente, aterricé en Valencia, comí con mis padres, me puse el vestido, me peinó mi madre y llegué justo a tiempo al bus a la boda.
¡Por suerte había sido algo precavida y llevaba el vestido en el equipaje de mano! Si lo hubiese facturado, probablemente estaría aún en Frankfurt o hubiese llegado en otro avión y no lo hubiese tenido para la boda.
TRUCO VIAJERO:
Viaja con lo que necesites en el equipaje de mano. Y no olvides que un pijama o un neceser pueden estar bien por si te toca pasar la noche por ahí. ¡Cuánto habría agradecido tener un cepillo de dientes y un peine!
¿Qué pasó después?
Al final, pude disfrutar de la boda, aunque estaba muerta de sueño. Pude estar ahí, ver casarse a mi amiga, ponerme al día y reírme con las otras amigas de la universidad, y por supuesto, comer una buena paella valenciana antes de embarcarme de vuelta.
A la vuelta, traté de reclamar el vuelo por mi cuenta pero jamás conseguí nada, pues la compañía me decía que ya me había compensado con la noche de hotel y con el otro billete de avión.
El número al que estuve llamando y llamando para aclarar todo era de pago y estaba en Alemania, y me acabó llegando una factura de teléfono de 60€ y encima no conseguí nada.
Meses después, cuando ya me había olvidado, de repente oí hablar de Airhelp, así que probé suerte, pues puedes reclamar cualquier vuelo retrasado de los últimos 3 años.
Sólo tardé 5 minutos en rellenar los datos y al instante me informaron de que sí tenía derecho a compensación económica. Iba a recuperar 260€ (era prácticamente lo que me había costado el vuelo de ida y vuelta).
En 2 semanas el dinero estaba en mi cuenta. ¡Y a las 3 semanas ya me lo había gastado de nuevo en otro vuelo! Esta vez para ir a ver a mi hermana, que había conseguido trabajo en el extranjero gracias a LinkedIn.
¿Tú también quieres comprobar si tienes derecho a una indemnización?
¡Pues pincha en el botón!
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